Y dando pasos de ciego
esta mañana vengo a contarte
que en las noches de locura
cuando no se acuerda nadie
reza mi entereza para no echar al traste
los minutos , los momentos
los sentidos que se baten .
Confiando en mis sueños,
doy corazonadas al aire
y consulto con la carne
donde anhidan cicatrizes
de musas que no quisieron saber de nadie
Y que no quieran retratarme...
y que no quieran analizarme...
y que no quieran persuadirme...
... pues aunque me observen con sus ojos, desengañate, no estan viendo a nadie.
Te dejo un microrrelato mío que me ha recordado a tu poesía:
ResponderEliminar-¡Truenos, relámpagos, rayos y centellas! –Gritaba la musa, al ver que mis palabras no reflejaban la tormenta de su inspiración.