martes, 19 de junio de 2012

Somos contradicción,pero no lo somos

No somos más de lo que nos quisieron contar.
Somos nubes estrelladas decorando este humedal,
somos la embriaguez de los sentidos, el nihilismo mas mundano.

Necesitamos ubicar el momento , el tiempo  y el lugar
porque no sabemos como nuestra locura desatar
vivimos en soledad y nos angustiamos con lo mismo:
pereza, ración de cinisimo , lujuria y bostezos sumisos

Brindamos por la dicha del mejor final de nuestra desdicha,
traficamos con sentimientos buscando obtener beneficio,
desbocamos los caudales de este mar de dudas
desbancamos a los pudientes sin cambiarles las mudas
destronamos la pleitesia y aborrecemos la sabiduría

Somos pasto de bueyes y todavia no lo sabemos,
somos carne de cañon y aun asi no nos quejamos.

Somos contradicción,pero no lo somos.

domingo, 3 de junio de 2012

Como el felino de Schrodinger

Aún quedan trazos de navaja enamorada en ese viejo tronco,
aún sigue la corteza aspera como asperos son los recuerdos.
No mienten las fauces del lobo cuando se disponen a devorar,
aunque si su vestido de oveja, escribiendo sin certeza.

Como el felino de Schrodinger, no conozcen su condena
pero la inquietud le  lleva hasta el umbral de la demencia
son como surcos en la arena, que al seguirlos se van con el temporal.
Siempre necesitamos la decadencia para levantar la cabeza,
siempre necesitamos el mar para echar a volar.

...y volar, y dejar esta ciudad.

viernes, 1 de junio de 2012

Sin más dilación

Conociamos nuestros nombres, sabiamos nuestras debilidades.
Parecíamos dos incautos robandole besos al borde de los vasos.
Pero eso no importaba, nada importaba
la luz de tu mirada era mi unica morada
y por eso no sucumbia , nada sucumbia
eramos un desliz en el camino esputandole a la vida.

Caprichos del destino y de alguna borrachera mía
nos volvimos a encontrar en aquella lugubre guarida
¡que suerte la mía! decía, sin saber lo que sentía
Y asi permanecimos hasta que los momentos eran segundos,
mi cordura ya estaba acostada y tu , no tan serena como parecías;
implorabas que no volviera a las andadas o que mi locura despertara.

No sabría decirte el como ni porqué,
pero al final finalice aquello que comence.Sin más dilación