jueves, 6 de septiembre de 2012

Domingo.

Vacilante como son las mañanas de domingo,
despejo su mirada y no lo volvió a pensar;
aunque la angustia le recomía por dentro
y la alegría se transformaba en pesar.

El tiempo aunque pareciendo estático,se demoraba
y el sudor frío presenciaba lo que seria un gran acontecimiento,
más la perspectiva fallaba en ese momento
aunque se tratara de su gran oportunidad.

No debian existir errores, habia que rozar lo perfecto
"es lo que se espera de mí" se decía
"no lo hago por mí,lo hago por los nuestros"
terminaba de objetar y se disponía al encuentro

Nervioso su corazón, aunque algo templado
destronando su moral en cada grito inhumano
recogió los restos de lo que ya era polvo,
llorando sonrisas y sonriendo lagrimas;
para entablar la más dura noticia,
había matado a un hombre.

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