martes, 16 de julio de 2013

El último pecado.

Taciturnas como son las noches, si las miras con el cristal de tus ojos.
Sin nubes en el cielo, consideran la probabilidad de tus ideas,
Conservamos los versos, los besos, los sueños... ¿que más?

Perseguimos luciérnagas y las dejamos escapar,
nos hemos hecho adultos, aunque no nuestra mentalidad,
seguimos siendo niños, ¿a quién queremos engañar?

Se desvanece el liderazgo y se enturbian los pensamientos,
el alquitrán de tus ojos me tornan a un paraiso incierto,
y si es cierto... ¿donde esta tu dios ahora?

-No lo sé, para ser sincero,
 los capullos no regalan rosas, ni tampoco yo quiero

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