Sin nubes en el cielo, consideran la probabilidad de tus ideas,
Conservamos los versos, los besos, los sueños... ¿que más?
Perseguimos luciérnagas y las dejamos escapar,
nos hemos hecho adultos, aunque no nuestra mentalidad,
seguimos siendo niños, ¿a quién queremos engañar?
Se desvanece el liderazgo y se enturbian los pensamientos,
el alquitrán de tus ojos me tornan a un paraiso incierto,
y si es cierto... ¿donde esta tu dios ahora?
-No lo sé, para ser sincero,
los capullos no regalan rosas, ni tampoco yo quiero
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